El período involucra muchas cosas y, entregar toda la información de una vez puede ser abrumador para tu hija.
Por lo tanto, es muy recomendable preparar tus conversaciones, procurando que sea más de una para abordar los temas de a poco.
Asimismo, tampoco es conveniente esperar hasta que llegue, sino que empezar desde antes con las conversaciones.
¿Cuánto antes? Si bien es difícil saber con certeza cuándo llegará su primera regla, hay señales que pueden ayudar: puedes leer este artículo para conocerlas.
Puedes centrarte en 3 grandes temas: lo práctico, lo biológico y lo social.
Entre estos temas, puede que el más valorado por tu hija sea el práctico, pero no hay que abandonar los demás.
Para lo práctico, puedes enseñarle sobre los distintos métodos de protección que existen, cómo se usan y cuándo cambiarlos.
Además, es muy importante hablarle sobre la higiene durante esos días.
Por otro lado, lo biológico puede resultar un poco aburrido para ella.
Sin embargo, es importante señalar que la primera menstruación es el comienzo de la maduración sexual y reproductiva del cuerpo.
Asimismo, comentarle que está empezando un período de cambios físicos y hormonales, y que puede empezar a sentirse distinta.
Respecto de lo social, derribar mitos y tabúes es fundamental.
Uno de los consejos más importantes para la primera menstruación es hablarle de que no se trata de una enfermedad, de algo raro o de un signo de debilidad.
Muy por el contrario, lo mejor es reforzar lo importante que es la menstruación y lo normal que es para todas las mujeres.
Con el ánimo de proteger a nuestras hijas, generalmente empezamos abordando los aspectos “negativos”, como el dolor.
Sin embargo, es muy importante centrarse en lo positivo de este proceso para no generar aversión al respecto.
Esto no quiere decir que se omitan temas como el dolor o la precaución frente al sangrado.
Nos referimos a reforzar lo positivo, como por ejemplo, la etapa en la que está entrando, que este hito es parte de su madurez, etc.
El período es algo que tu hija vivirá constantemente, y no nos referimos a que durará muchos años.
La menstruación es solo una de las fases y, por lo tanto, es importante hablarle de todas ellas.
Por ejemplo, aclárale dudas sobre la ovulación, sobre el período premenstrual, la fase secretora, etc.
El período menstrual puede ser muy irregular en sus inicios, aunque también lo puede ser después.
Sin embargo, un buen consejo es enseñarle a tu hija a llevar un registro de los hitos más importantes.
Por ejemplo, registrar su flujo vaginal, sus síntomas premenstruales, sus días de ovulación, entre otros.
Asimismo, es muy importante que lleve un registro de sus días de menstruación y de la cantidad de flujo.
De esta manera, se podría facilitar la detección de anomalías en el sangrado, sobre todo si se trata de flujo muy abundante y muy seguido.
La adolescencia, junto con la infancia, es el período en que más crecemos y cuándo más necesitamos nutrientes.
Las pérdidas abundantes y seguidas de sangre pueden afectar los niveles de hierro y producir riesgo de padecer anemia.
Por lo tanto, es muy importante estar atentos a este factor para prevenir o acudir al médico en caso de ser necesario.
La anemia se trata con la ayuda de un médico y, generalmente, el tratamiento consiste en una dieta balanceada que aporte el hierro necesario.
Sin embargo, si los niveles de hierro están muy bajos, el médico puede indicar un suplemento de hierro para tu hija.