Después de un lavado de oídos pueden aparecer distintos síntomas o presentarse algunos riesgos, como infección, sangrado, y otros.
Después de un lavado de oídos pueden aparecer distintos síntomas o presentarse algunos riesgos, los que generalmente se producen si este procedimiento no es realizado por un profesional. Entre ellos se encuentran:
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El lavado de oídos no es -ni debe ser- un hábito de higiene que se aplique de manera constante.
Por el contrario, ojalá nunca tengas que realizarte uno, ya que es un procedimiento médico para tratar algunas afecciones.
Por ejemplo, el lavado de oídos sirve para eliminar un tapón de cerumen que bloquea el canal auditivo.
Además, puede utilizarse para limpiar residuos acumulados por afecciones en la piel del oído o por infecciones.
Por lo tanto, lo más importante es que un lavado de oídos lo realice un especialista, ya que puede producir síntomas o presentar riesgos si lo realizas de manera casera.
La mejor manera para prevenir los síntomas y riesgos de un lavado de oídos es que lo realice un especialista.
Por ejemplo, después de un lavado de oídos puede producirse una infección si no se seca completamente el canal auditivo.
Por otro lado, un procedimiento mal realizado puede empujar el tapón de cerumen hacia dentro y dañar tu tímpano, corriendo riesgo de perforación.
Asimismo, el oído puede sangrar por efecto de la perforación en el tímpano.
Además, se puede provocar inflamación en el oído, lo que podría provocar pérdida auditiva temporal, total o parcial.
Un tapón de cerumen también puede provocar pérdida auditiva temporal.
El lavado de oídos se realiza con agua, la que puede mezclarse con los líquidos internos del oído y provocar vértigo temporal.
Finalmente, después de un lavado de oídos se pueden manifestar acúfenos o tinnitus, que es la percepción de ruidos o zumbidos en el oído.
Un lavado de oídos es seguro si lo realiza un profesional, pero no todas las personas pueden someterse a este tratamiento.
Como señala TuaSaúde.com, este procedimiento se debe evitar en personas que:
En estos casos, según lo indique el especialista, la limpieza de oídos puede realizarse de forma manual o con el uso de un cerumenolítico.
En la misma línea, el uso de un cerumenolítico puede evitar que se realice un lavado de oído.
Un cerumenolítico es una sustancia diseñada para romper el cerumen en pequeños fragmentos; permite que se puedan eliminar o sacar de forma más fácil.
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