La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo, la que puede ser provocada por la eliminación excesiva de cerumen.
La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo, la que puede ser provocada por la eliminación excesiva de cerumen.
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La otitis, en general, es una de las enfermedades auditivas más comunes y puede resultar muy dolorosa para quienes la padecen.
Uno de sus tipos es la otitis externa, la que se define como una inflamación del conducto auditivo externo.
Según datos publicados en ScienceDirect, el 90% de los casos de otitis externa es originado por una infección bacteriana.
Además, indica que puede afectar hasta al 10% de la población, al menos, una vez en su vida.
Personas de todas las edades pueden padecer esta enfermedad. Sin embargo, es frecuente entre niños de 5 a 12 años.
Entre sus síntomas más comunes se encuentran:
El cerumen es una secreción natural del oído que, en condiciones normales, forma una barrera de protección. Es decir, el cerumen protege el oído al atrapar la suciedad del ambiente, además de retrasar el crecimiento de bacterias dañinas.
En consecuencia, y dado el frecuente origen bacteriano de la otitis externa, la higiene excesiva del oído puede presentar un riesgo, ya que pierde uno de sus mecanismos de defensa.
La limpieza agresiva del oído con elementos extraños, también puede aumentar el riesgo de contraer otitis externa.
Introducir cotonitos u otros elementos en el oído pueden provocar lesiones y predisponer las infecciones.
Además, los lavados de oídos con agua y jabón pueden alterar el pH de la piel del oído, generando un factor de riesgo.
Por otro lado, el exceso de cerumen en el oído puede provocar lo que se conoce como “oclusión por cerumen”.
En caso de otitis externa, este tapón puede dificultar su diagnóstico y tratamiento.
También, intentar destapar el oído sin ayuda profesional, puede aumentar los riesgos de padecer esta enfermedad.
Los lavados de oídos, tal como se mencionó, eliminan el cerumen, dejando al conducto auditivo expuesto a infecciones.
Asimismo, introducir objetos para destapar el oído puede introducir el tapón y dañar el tímpano. Además, puede producir lesiones en la piel que aumenten el riesgo de infecciones.
Algunos síntomas de oclusión por cerumen son sensación de presión u oído tapado, ruidos o zumbidos en el oído, o prurito (picazón).
Ante la sospecha de presentar un tapón de cerumen, se recomienda acudir a un médico especialista para que examine y determine el tratamiento.
Además de los hábitos inadecuados de higiene de oídos, hay otros factores de riesgo que pueden provocar otitis externa. Por ejemplo:
Respecto de la humedad, la recomendación principal es el secado cuidadoso de los oídos luego de la exposición al agua. Además, proteger los oídos con tapones durante la permanencia en el agua.
Más allá del dolor y la incomodidad que pueden producir, las enfermedades auditivas pueden generar consecuencias mayores.
La disminución de la capacidad auditiva, en cualquier edad, afecta el desarrollo normal de nuestra vida.
No esperes a sentir molestias o dolor. Visita a un médico especialista, al menos, cada 6 meses, para que examine tus oídos y prevengas estas y otras enfermedades.
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