Las pruebas auditivas ayudan a los padres a tomar precauciones y acciones para evitar que la pérdida auditiva impacte la salud y el desarrollo de los niños.
Las pruebas auditivas ayudan a los padres a tomar precauciones y acciones para evitar que la pérdida auditiva impacte la salud y el desarrollo de los niños.
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Diversos factores pueden influir en que los niños sufran pérdida auditiva, sea esta leve o severa.
Generalmente, la pérdida auditiva puede dividirse en dos grupos, según su origen: congénita (se presenta al momento de nacer) o adquirida.
Entre las causas de pérdida auditiva, podemos encontrar, por ejemplo:
Independiente de la causa que la provoque, los niños podrían ver afectado su desarrollo si no se toman medidas para contrarrestarla.
La dificultad para escuchar puede impactar el desarrollo intelectual y emocional de los niños que la padecen.
La habilidad para comunicarse, por ejemplo, está fuertemente relacionada con la audición.
Si la capacidad auditiva se ve mermada, la habilidad para entender el lenguaje y hablar, disminuye.
En consecuencia, los niños podrían tardar más en aprender a leer, en comparación con los niños que tienen audición normal.
Además, puede generar que los niños presenten dificultades para expresarse por sí mismos. También, puede provocar errores en las pronunciación.
Por otro lado, la dificultad auditiva puede provocar aislamiento, frustración y otros problemas emocionales.
Examinar regularmente la salud auditiva de los niños es fundamental para prevenir o tomar medidas frente a la pérdida auditiva.
Las pruebas auditivas -o de audición- son una manera rápida e indolora de examinar la audición de los niños. Frecuentemente, son solicitadas por médicos especialista y realizadas por tecnólogos médicos.
Existen distintos tipos de pruebas para examinar la audición de los niños, siendo una de los más comunes, la prueba de tonos puros.
También llamada audiometría, esta prueba consiste en:
En los niños, la formación de un tapón de cerumen puede ser un problema habitual.
Lo anterior, se genera debido al pequeño tamaño de sus conductos auditivos y la dificultad para limpiarlos.
En consecuencia, la acumulación de cerumen puede formar un tapón y disminuir, temporalmente, la capacidad auditiva.
En caso de tapón de cerumen, lo primero es acudir a un especialista para que examine e indique el tratamiento a seguir.
No es aconsejable intentar la limpieza por uno mismo, ya que introducir elementos en el oído puede introducir aún más el tapón y dañar el tímpano.
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