El perfeccionismo es una debilidad si te vuelves “cerrado”.
Las personas en exceso perfeccionistas suelen tener una idea fija de cómo quieren que se hagan las cosas.

En consecuencia, se pueden mostrar rígidos e inflexibles frente a otras ideas porque no son tan buenas como la suya.
Asimismo, pueden mostrarse muy críticos frente a otras ideas o formas de hacer las cosas, provocando malestar en los demás.
Frente a estos comportamientos, es muy fácil catalogar el perfeccionismo como una debilidad, ya que no contribuye sanamente a las relaciones de todo tipo ni crea un ambiente adecuado para el enriquecedor intercambio de ideas.
Si el perfeccionismo te hace olvidar lo demás, es una debilidad.
Estar en extremo pendiente de todos los detalles en una tarea puede provocar que te olvides de las otras que tienes.

Si bien puede ser algo positivo en determinado contexto, es poco probable que solo tengamos que hacer una cosa.
En consecuencia, el perfeccionismo puede conducir a que olvidemos o abandonemos otras tareas que también son importantes, transformándose en incumplimiento o retrasos, aspectos considerados como una debilidad.
Por otro lado, enfocarse demasiado en una tarea y dedicarle mucho tiempo, puede provocar que después no alcances a hacer bien las demás y te genere frustración, estrés y ansiedad.
El impacto del perfeccionismo en la vida personal.
De manera similar al punto anterior, el perfeccionismo (sobre todo en el trabajo) puede provocar que descuides otros aspectos de tu vida.

Dedicar mucho tiempo al trabajo en busca de lo perfecto, puede afectar las relaciones de pareja, de amistad o familiares, ya que no dedicarás el tiempo suficiente para mantener un vínculo saludable.
Asimismo, el perfeccionismo expresado en las relaciones personales puede provocar que seas muy crítico e inflexible con lo que hacen los demás, lo que puede dañar los vínculos.
Fijar objetivos inalcanzables: otra debilidad del perfeccionismo.
A grandes rasgos, el perfeccionismo suele venir de la mano con tener expectativas demasiado altas frente a los resultados.
En consecuencia, estas expectativas pueden provocar que se fijen objetivos demasiado ambiciosos; tanto, que puede ser imposible alcanzarlos.

Ahí es donde el perfeccionismo puede transformarse en debilidad, ya que provoca frustración, cambios de ánimo, estrés y puede aumentar la ansiedad.
Por otro lado, el perfeccionismo puede provocar un estado de alerta constante para prevenir los posibles errores, buscar errores donde no los hay o generar miedo a equivocarse.
En ese sentido, el perfeccionismo también puede considerarse como una debilidad, ya que los errores son una fuente valiosa de aprendizaje.
La ansiedad y el perfeccionismo pueden estar íntimamente relacionados.
La ansiedad es una reacción natural que tenemos frente a las situaciones de peligro, que nos permite anticiparlas o enfrentarlas.

Pero la ansiedad puede volverse un problema si no tenemos herramientas para manejarla.
En ese sentido, el perfeccionismo puede ser un rasgo que, por ejemplo, proviene de cuadros de ansiedad.
El perfeccionismo puede enmascarar un miedo profundo a cometer errores, inseguridad y problemas de autoestima, entre otros.
En consecuencia, si sientes que el perfeccionismo es una debilidad porque trae más problemas que beneficios a tu vida, es fundamental acudir en busca de ayuda profesional.

La psicoterapia puede entregarte herramientas para manejar las causas profundas que provocan un comportamiento perfeccionista y, como resultado, disminuir el malestar psicológico que se genera.
Además, algunos tratamientos pueden considerar medicamentos para reducir los síntomas de ansiedad o de otros fenómenos que causan comportamientos perfeccionistas.
Sintocalmy puede ayudarte.
Sintocalmy es un medicamento de origen natural hecho a base de passiflora, una planta cuyas propiedades actúan en el sistema nervioso central para ayudar a tratar la ansiedad y el insomnio.

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