Una de las formas de cuidar nuestra audición es conocer los ruidos que pueden dañarnos, en especial, si estos se encuentran muy cerca de nosotros, como en el hogar.
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Nuestro hogar es el lugar donde encontramos tranquilidad y podemos descansar del ritmo ajetreado de la ciudad.
Sin embargo, es un lugar lleno de ruidos, especialmente, por los que provienen de los artefactos electrónicos de uso cotidiano.
Estos ruidos están en nuestro día a día y la exposición a ellos puede afectar nuestra audición.
Por lo tanto, es necesario conocerlos y tener precauciones para prevenir que, con el tiempo, puedan generarnos pérdida auditiva.
Ruidos más comunes en el hogar que pueden afectar nuestra audición.
Los artefactos electrónicos que nos facilitan la vida y que nos entretienen son, en general, fuentes de ruido.
En la misma línea, imaginar la vida sin ellos es difícil. De esta manera, conocer sus niveles de ruido y protegerse de ellos, es fundamental:
- Aspiradora: 78 decibeles.
- Juguera: 85 decibeles.
- Secador de pelo: 84 decibeles.
- Microondas: 50 decibeles.
- Computador: 40 decibeles.
- Aire acondicionado: menos de 40 decibeles para considerarse silencioso.
- Lavadora en función de lavado: entre 46 y 57 decibeles.
- Lavadora en función de centrifugado: entre 58 y 70,5 decibeles.
Lo anterior, sin contar el nivel de los artefactos en los que podemos controlar su volumen, como la TV o los equipos de audio.
Niveles de ruido.
El nivel de ruido afecta nuestra audición, pero también lo hace la cantidad de tiempo que estamos expuestos.
Los ruidos o sonidos menores a 70 decibeles, en general, no representan riesgo. Por el contrario, los ruidos que superan los 80 decibeles pueden generar daño auditivo.
En consecuencia, de acuerdo a Noisy Planet, es más probable que los ruidos causen daño si son de:
- 85 decibeles y duran algunas horas.
- 100 decibeles y duran al menos 14 minutos.
- 110 decibeles y duran al menos 2 minutos.
Asimismo, Carlos Stott, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, afirma que:
Consejos para prevenir el daño a la audición por los ruidos del hogar.
Usa tapones para los oídos u otros tipos de protección cuando manipules artefactos ruidosos cerca tuyo. Por ejemplo: aspiradoras, secadores de pelo, jugueras.
Cuando uses artefactos que no necesitan ser manipulados de cerca, como lavadoras, microondas, lavavajillas, aléjate lo más posible del ruido.
Aísla los lugares donde hay muchos artefactos, como la cocina, por ejemplo. De este modo evitarás que el ruido se transmita a otros espacios.
Por ejemplo, si está funcionando la lavadora y estás en la sala de estar viendo TV, el ruido te obligará a subir el volumen y, aunque estés lejos de la lavadora, el alza en la TV también puede afectar tus oídos.
Si alguno de tus artefactos comienza a emitir más ruido de lo normal, procura que sea revisado por un especialista.
Finalmente, si necesitas cambiar o adquirir un artefacto, preocúpate de la cantidad de ruido que emite y elige el que no perjudique tu salud auditiva.
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