Cerumen y otitis: el higiene extremo favorece la infección y la ausencia de limpieza dificulta su detección.

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Mantener una higiene equilibrada del cerumen en los oídos de los niños, es muy importante para prevenir infecciones como la otitis y para facilitar su diagnóstico.

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El cerumen es una secreción natural que se produce en nuestros oídos y que cumple importantes funciones en la protección de los mismos.

En oposición a lo que se puede creer, el cerumen que producimos limpia, lubrica y protege nuestros conductos auditivos, ya que sirve para atrapar la suciedad y previene el crecimiento de bacterias dañinas.

Es más, los oídos tienen la capacidad de auto-limpiarse, por lo que nuestra labor debería limitarse a limpiar solamente el exceso de cerumen. En consecuencia, los hábitos de limpieza extrema en los oídos no son recomendados.

Limpieza extrema del cerumen: un hábito que favorece la otitis.

De acuerdo con algunas publicaciones, muchos pacientes que asisten a consultas de otorrinolaringología indican tener el hábito de eliminar el cerumen en su totalidad.

Pero no solo en ellos mismos. Muchas madres y padres mencionan que someten constantemente a sus hijos a lavados minuciosos del canal auditivo para eliminar casi todo rastro de cerumen.

Estas limpiezas extremas de cerumen hacen que el oído pierda su elemento natural de protección, quedando indefenso frente a agentes externos.

De acuerdo con lo anterior, es que muchos niños diagnosticados con otitis tienen como antecedente la limpieza extrema del cerumen por parte de sus padres.

La otra cara de la moneda: ausencia de higiene en los oídos.

La presencia de cerumen en los oídos de los niños, es un indicador de oído sano. Sin embargo, la ausencia de hábitos de limpieza también podrían generar problemas.

La impactación de cerumen es un problema recurrente en los niños, debido a su alta producción en esta etapa.

De acuerdo a información proveída por la compañía Mitelos, parte de los pacientes que consultan al médico por infecciones respiratorias agudas o por controles de rutina, presentan algún grado de oclusión del canal auditivo:

  • Hasta el 10% de los niños tiene un tapón de cerumen que obstruye su canal auditivo en un 100%.
  • Por otra parte, hasta el 17% de los niños presenta oclusión del oído en un 75% por impactación de cerumen.
  • Finalmente, hasta el 18% de los menores presentan sus oídos obstruidos en un 50% por cerumen excesivo.

Cabe señalar que el canal auditivo debe estar libre de cerumen más del 75% de su diámetro para poder visualizar toda la membrana timpánica y sus puntos de referencia, incluidos el reflejo de luz, los huesecillos y la movilidad.

Por ello es que se enfatiza en que la remoción del exceso de cerumen es necesaria para favorecer el diagnóstico y manejo correcto de la otitis.

En orden con la fuente Tylor 2017; Schwartz 2017, en un estudio que examinó una cohorte de niños con edades comprendidas entre 2 y 60 meses, se extrajo el cerumen en 89 (29%) de 279 niños diagnosticados posteriormente con otitis media aguda.

La higiene equilibrada es un factor a considerar para el cuidado de los oídos.

En casi todos los ámbitos, los extremos nunca son buenos. Por esto es que la remoción excesiva de cerumen y la ausencia de hábitos de higiene no favorecen la salud de los oídos.

Pero también, muchas veces existen malas prácticas en la limpieza del canal auditivo.

Introducir objetos extraños en el canal auditivo no es recomendado para la limpieza del exceso de cerumen. Elementos como cotonitos, llaves, fósforos, uñas, entre otros, pueden ir compactando el cerumen y favoreciendo la formación de un tapón que bloquee el oído.

Si quieres informarte sobre cómo limpiar adecuadamente tus oídos y los de tus hijos, te recomendamos leer este artículo.

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